¿Por qué el café ya no te hace efecto?

mayo 23, 2024

 


Coautor: Mario Barrrientos

La mayoría de las personas que conozco no solo gustan del café, lo aman, yo soy una de ellas. Me encanta el café por las mañanas y durante el día, mientras escribo esto estoy tomando café, y normalmente lo tomo cuando comienzo a sentirme cansada. ¿Alguna vez te has preguntado por qué el café te quita el sueño?

El café ya no me satisface

Durante este artículo estaremos hablando de dos personajes, el primero se llama Adenosina y el segundo Cafeína, ambas son moléculas. Adenosina es una macromolécula que entra en la categoría de las proteínas, en particular de los neurotransmisores, se produce en el cerebro de todos los seres humanos y es responsable de que nos sintamos cansados. Por otro lado, la Cafeína es una molécula alcaloide que no se produce en los seres humanos, se produce en componentes vegetales tales como granos de café u hojas de té y se dice que tiene una acción antagonista hacia Adenosina. Cuando leemos la palabra antagonista podemos pensar en el villano de la historia, aquel personaje que no quiere que el protagonista (el bueno de la historia) cumpla su misión, en bioquímica este término referido a las moléculas es muy similar, una molécula antagonista disminuye o inhibe la actividad de otra molécula, es decir, no la deja hacer su trabajo, y esa es la misión de la Cafeína en nuestro cerebro contra Adenosina.

Como ya mencioné, la adenosina se produce de manera natural en nuestro cerebro y su trabajo es hacernos sentir cansados, dándole señales al cerebro de que necesita reposar para poder generar más energía, para llevar a cabo su trabajo necesita de un espacio de trabajo, imaginemos que el cerebro tiene una “silla” reservada para Adenosina, que técnicamente se llama receptor, localizado en las neuronas (Figura 1a). Resulta que la estructura molecular de Adenosina y Cafeína son muy parecidas. Cuando tomamos café, la cafeína tiene acceso a nuestro cerebro y esta toma el lugar que le corresponde a Adenosina, impidiendo que pueda realizar su trabajo (Figura 1b), como la Cafeína bloquea a Adenosina ya no vas a sentirte cansado, pero, hay dos problemas. El primero es que Adenosina no se deja de producir y comienza a acumularse, por tanto, cuando el efecto de la cafeína va desapareciendo te hará sentir más cansado de lo que te sentías anteriormente. Y segundo, debido a la acumulación de Adenosina, el cerebro comienza a hacer más “sillas” (o receptores) para Adenosina (Figura 1c), lo que significa que a la larga necesitarás más café para poder bloquearlos y seguir sintiendo sus efectos1.

Es por estas dos razones que existen personas que dicen que el café no les quita el sueño, pues su cerebro ha ido fabricando más receptores de Adenosina hasta el punto de tener más receptores de lo normal y cuando el efecto de la Cafeína desaparece, todos estos receptores vacíos son ocupados por la acumulación de Adenosina, una invasión en masa de Adenosina (Figura 1d), y el sentirse cansado es más intenso. En otras palabras, si tú eres de esas personas, has cambiado la estructura natural de tu cerebro.

“Por eso entre más café tomes, más café necesitarás para sentir sus efectos”2


La vida ya no me satisface

Quiero tomar el hecho de que “entre más café tomes, más café necesitarás para sentir sus efectos”, para abordar la siguiente idea: entre más nos llenemos de satisfacciones momentáneas, más satisfacciones momentáneas necesitaremos para sentir sus efectos. Y digo momentáneas, porque como ya sabemos, todo en este mundo se acaba.

Creo que todos hemos llegado a sentir ese vacío en nuestros corazones que queremos llenar, encontrar aquello que nos satisfaga por completo, y por más que hagamos y nos llenemos de estas acciones externas y superficiales, vuelves a sentir ese vacío, porque como mencioné antes, todo se acaba.

Hace unos meses estaba reflexionando acerca del sentido de la vida, y me llegué a preguntar ¿De qué me sirve tanto esfuerzo por obtener logros si al final, cuando creo estar en la cima de todo, no me llena? Inevitablemente pensé que la vida no tiene sentido, no importa cuán sabia llegue a ser, cuantos títulos consiga, cuanta aprobación tenga de la sociedad, cuanto poder o dinero llegue a tener, pues cuando estoy en el lugar donde creo que a los ojos de los demás soy un éxito, resulta que algo me falta, sin importar el costo que ya he pagado. Debo admitir que estas satisfacciones momentáneas sí producen felicidad y satisfacción, pero duran muy poco. Buscamos la gloria en todo lo que hacemos y caemos en el siguiente error: buscamos hacer cosas que a nuestro parecer nos darán gloria y victoria, pero no nos damos cuenta que esas cosas terrenales no pueden satisfacer un corazón que ha sido diseñado desde la eternidad. Lo terrenal no te sostendrá en tus peores días ni en tus días más monótonos, pues solo estamos reaccionando a la vida, respondiendo día a día a lo que surge, esperando otra oportunidad que nos lleve de nuevo a sentir esa gloria momentánea, como una droga.

¿Alguna vez pensaste de esta manera? Tal vez has buscado la completa satisfacción en las corrientes de este mundo, intentado llenar ese vacío en tu corazón con las golosinas que esta sociedad nos ofrece. Así como la cafeína viene a sustituir a la adenosina, llenamos nuestro corazón con pequeñas golosinas que la cultura en la que vivimos nos impone, sustituyendo lo que somos para ser la persona que esperan que seamos, la realidad es que apenas falla una de estas cosas o no sucede como esperábamos, todo se desborona y nos damos cuenta que  la vida que habíamos construido no es algo que nos pueda sostener ni es algo que permanezca por la eternidad, finalmente, llegamos a sentirnos más cansados (y desanimados) de lo que estábamos antes. Estamos muy sedados con las drogas del consumismo que hemos perdido nuestra esencia. ¿Quiénes somos realmente? ¿Quién eres tú cuando el mundo se calla? ¿Existe algún lugar seguro donde no necesites aparentar algo que no eres?

El autor C.S. Lewis expone que “las criaturas no nacen con deseos a menos que exista la satisfacción de estos deseos”3 y ejemplifica que, si un bebé tiene hambre, existe algo llamado comida; si un pato quiere nadar, existe algo llamado agua; si los hombres sienten deseo sexual, existe algo llamado sexo3. Entonces, si encontramos en nosotros mismos un deseo que nada de este mundo puede satisfacer, o la vida es un fraude, o ese lugar en nuestro corazón está reservado para algo que está fuera de este mundo, la eternidad.

Quiero decirte, querido lector, que he hallado la respuesta a las preguntas que escribí anteriormente, y ahora me encuentro plena, con una satisfacción constante que no depende de mi estado de ánimo o de las circunstancias, si algo sale bien o sale mal, y puedo testificar que esta plenitud me sostiene en mis peores días y en los días más monótonos. Si has leído lo que he escrito antes ya sabes a Quien me refiero, pero si esta es la primera vez que nos encontramos debes saber que todas esas preguntas (y otras más difíciles) han sido respondidas en Dios, alguien que tiene un diseño diferente de lo que este mundo nos ofrece, en el cual encontramos vida, un camino y una verdad.


Referencias

  1. Neutónica. (2022). ¿Cómo se relaciona el sueño y la adenosina?. Consultado el ‎23‎ de ‎abril‎ de ‎2024. https://www.neutonica.com/blogs/noticias/como-se-relacionan-el-sueno-y-la-adenosina
  2. Pictoline. (2016). Cómo el café engaña a tu cerebro. Consultado el 23‎ de ‎abril‎ de ‎2024. https://www.pictoline.com/timeline/2016/10/04/08hrs22min43sec?search=cafe
  3. Lewis, C.S. (1995). Mero cristianismo. Rialp.

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